Los azúcares son la forma más simple de carbohidratos que se encuentran en las frutas, productos lácteos, dulces y azúcar de mesa. Hay varios tipos diferentes de azúcares, como fructosa, lactosa, sacarosa y galactosa. Su cuerpo usa enzimas especializadas para digerir azúcares y producir energía. Ciertas personas pueden nacer sin las enzimas necesarias para digerir un tipo particular de azúcar, lo que lleva a la intolerancia de ese tipo específico de azúcar. Las intolerancias a los azúcares pueden causar diferentes síntomas, dependiendo del tipo particular de azúcar.
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Intolerancia a la lactosa
Tal vez el tipo más conocido de intolerancia al azúcar es la intolerancia a la lactosa. La lactosa es una molécula de azúcar disacárida compuesta de glucosa y galactosa que se encuentra en la leche y otros productos lácteos. La intolerancia a la lactosa es causada por una deficiencia de la enzima lactasa, que descompone la lactosa en galactosa y glucosa. La deficiencia de lactosa a menudo se desarrolla después de los 2 años, cuando el cuerpo de muchas personas comienza a producir menos lactasa. Los síntomas de la intolerancia a la lactosa a menudo se desarrollan entre 30 minutos y dos horas después de consumir productos lácteos. Los síntomas comunes incluyen exceso de gases y flatulencia, dolor abdominal e hinchazón, diarrea y náuseas.
Intolerancia a la fructosa
La fructosa es un monosacárido, el tipo más simple de azúcar. Durante la digestión, el cuerpo descompone la fructosa en moléculas orgánicas más pequeñas utilizando la enzima aldolasa B. La intolerancia a la fructosa es una afección hereditaria, lo que significa que las personas nacen sin la enzima aldolasa B. Los síntomas de intolerancia a la fructosa a menudo se desarrollan tan pronto comida. Los vómitos frecuentes y la dificultad para comer son a menudo síntomas tempranos. Irritabilidad y somnolencia excesiva también pueden resultar. En algunos casos, los bebés con intolerancia a la fructosa pueden experimentar convulsiones y desarrollar ictericia, coloración amarillenta de la piel y los ojos.
Intolerancia a la galactosa
La galactosa es otro monosacárido simple, de estructura similar a la glucosa. La intolerancia a la galactosa también suele ser hereditaria y se desarrolla temprano en los bebés, especialmente después de la ingestión de productos lácteos. Los síntomas son muy similares a la intolerancia a la fructosa, que incluye vómitos, mala alimentación y falta de aumento de peso. La irritabilidad, el letargo o el exceso de sueño también pueden desarrollarse. Los bebés con intolerancia a la galactosa también pueden experimentar convulsiones e ictericia.
Intolerancia a la sacarosa
La combinación de los monosacáridos simples, fructosa y glucosa, produce el disacárido conocido como sacarosa. El azúcar puro de mesa o azúcar de caña se compone de sacarosa. El cuerpo descompone la sacarosa para la digestión usando la enzima invertasa, que a veces se llama sacarasa.Intolerancia a la sacarosa puede causar síntomas que son similares a la intolerancia a la lactosa, incluyendo exceso de gases, flatulencia y dolor abdominal e hinchazón. La intolerancia a la sacarosa también puede causar síntomas más graves, como nerviosismo, ansiedad, palpitaciones y arritmias cardíacas.