Aunque los deportes de equipo pueden proporcionar recuerdos llenos de diversión que pueden durar toda la vida de su hijo, también son una herramienta de enseñanza para el desarrollo de importantes habilidades sociales. Los deportes pueden enseñarle a ser competitivo, pero justo y honesto. Aprender a combinar la competitividad con la integridad ayudará a su hijo a cultivar relaciones significativas a medida que avanza en la escuela, así como a lo largo de su vida adulta.
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Desarrollo de habilidades de trabajo en equipo
Al practicar deportes, su hijo aprende que ella no trabaja sola, pero que es parte de un grupo que debe cooperar para lograr un objetivo común. Como dice la Academia Estadounidense de Pediatría, los deportes les enseñan a los niños habilidades tales como seguir las reglas establecidas por el bien de todos. De hecho, estas habilidades ayudarán a su hijo a llevarse bien con las personas a medida que crezca, ya sea en sus relaciones personales o en las que construye en el lugar de trabajo.
Compromisos a largo plazo
Otro efecto de los deportes en el desarrollo de los niños pequeños es la construcción del carácter. Un aspecto del desarrollo del carácter es ser capaz de honrar un compromiso a largo plazo, ya sea para un equipo, para el coro en la iglesia o para el trabajo escolar. Este es un rasgo positivo que lo ayudará más adelante en la vida al ingresar al mercado de trabajo o cultivar una relación a largo plazo. Al practicar deportes, se entera de que es parte de un equipo que cuenta con él para apoyarlos, en los momentos buenos y malos.
Fair Play
Sin embargo, otra habilidad social que los deportes enseñan es la de poder jugar limpio. Un juego como kickball, softbol o béisbol, por ejemplo, le enseñará a su hijo el valor de esperar su turno. En el softbol, por ejemplo, ella aprenderá que debe esperar que el entrenador le diga que es su turno de batear. Antes de ese punto, debe esperar y mirar a sus compañeros de equipo, ya que están al bate.
Hacer frente a las victorias y pérdidas
Otro rasgo que beneficiará a su hijo a medida que madure, de acuerdo con el sitio web de Deportes y Desarrollo, es cómo aceptar gentilmente una victoria o una derrota. Los deportes competitivos lo expondrán a ambos. Le dará la oportunidad de observar cómo no seguir una victoria. Será testigo del ostracismo que enfrentan otros niños que se jactan de los miembros del equipo perdedor que ganaron. También aprenderá que hay momentos en que el equipo contrario será mejor y vencerá a su escuadrón.