Todos los grandes jugadores de fútbol pasaron la mayor parte de su vida entrenando solos, además de practicar con un equipo, incluso antes de unirse a alguno. Para mejorar en el juego de fútbol, no solo necesitas practicar con un equipo, también debes enfocarte en desarrollar habilidades por tu cuenta en tu patio trasero o en un campo vacío. Algunos artículos de bajo costo, un parche de césped y un poco de disciplina te ayudarán a aprovechar al máximo el entrenamiento de fútbol en solitario.
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Un poco de equipo va un largo camino
Unos cuantos balones de fútbol, una docena de torres de alta tensión y algún tipo de objetivo real o improvisado con una red es todo lo que necesita para Practica las habilidades del pie cuando entrenas por ti mismo. Debido a que no tiene a nadie que le quite las pelotas, tener algunas pelotas le permitirá tomar varios tiros en la red sin demasiada interrupción en su entrenamiento. Primero coloque sus torres en una fila y gotee alrededor de ellas y luego aumente la dificultad del ejercicio colocándolas de forma errática o diagonal.
Paredes de ladrillo son tus amigos
Reemplaza a un compañero que pasa con una pared de ladrillos. Patear una pelota de fútbol contra una pared es la única forma de practicar la recepción y atrapar pases cuando entrena solo. También puedes practicar un tiempo, voltear, dirigir y guardar la pelota con una pared. Apunte la bola en varios puntos de la pared con control y potencia variable para darse pases y disparos de rebote a diferentes ángulos y velocidades.
Un régimen de ejercicio te mantiene en forma
Correr alrededor del bloque no simula las exigencias físicas de un partido de fútbol. El fútbol implica correr varios largos, detenerse y comenzar rápidamente, dar vuelta y saltar. Para practicar todos estos movimientos y maniobras, elabore una rutina de ejercicios para usted que abarque todo, desde carrera de larga distancia hasta carreras de velocidad hasta sentadillas de salto. Intenta completar el régimen antes de trabajar en tus habilidades con los pies para acostumbrar tus pies y piernas al control de la pelota mientras estás exhausto, que es lo que probablemente sentirías durante un juego real de 90 minutos.
Capacitación adaptada a sus debilidades
Aproveche no tener que seguir los simulacros y ejercicios programados de una práctica formal y centrarse en las áreas donde sus habilidades y estado físico necesitan mejoras. Practica disparando y atrapando la pelota con tu pie más débil. Realice las habilidades que realiza una y otra vez hasta que comienza a ver el progreso. Por ejemplo, dispara en las esquinas de la red donde tienes dificultad para anotar o practicar la dirección del balón. Además, aumenta la fuerza de tu pierna si lo necesitas o pasa más tiempo en carreras de viento si te sientes sin aliento en los juegos.