La heparina, un medicamento inyectable que inhibe la coagulación de la sangre, se usa para tratar a personas con un mayor riesgo de desarrollar coágulos de sangre. Las personas que se someten a ciertas cirugías, las personas con problemas cardíacos que podrían provocar la coagulación dentro del corazón y otras en riesgo de desarrollar coágulos toman heparina. La sobredosis de heparina puede causar hemorragia no controlada. La vitamina K, una vitamina soluble en grasa que ayuda a coagular la sangre, no se administra para tratar la sobredosis de heparina porque los dos medicamentos difieren en su efecto sobre el proceso de coagulación de la sangre.
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Mecanismo de coagulación
Los coágulos de sangre se forman a través de una compleja cadena de eventos. Las plaquetas, pequeñas células sanguíneas circulantes, se unen a un sitio dañado en un vaso sanguíneo. A medida que las plaquetas se adhieren a las paredes de un vaso sanguíneo, liberan una sustancia que atrae más plaquetas al sitio. Varios factores en la sangre activan la protrombina, que luego se convierte en trombina. La trombina cambia el fibrinógeno, otro factor de coagulación, a la fibrina. La fibrina une las plaquetas en una malla que cubre el área dañada y detiene el sangrado.
Función de heparina
La heparina actúa bloqueando ciertas reacciones en la sangre necesarias para la coagulación de la sangre. Aunque a veces se denomina un anticoagulante, la heparina en realidad no diluye la sangre. En cambio, actúa como un anticoagulante, evitando la formación de coágulos. A través de una serie de acciones, la heparina impide que la protrombina forme trombina cuando se administra en pequeñas cantidades. Una vez que se forma un coágulo, grandes cantidades de heparina también evitan la conversión de fibrinógeno en fibrina que previene la formación de un coágulo estable.
Papel de la vitamina K
La vitamina K juega un papel vital en la activación de la cascada de coagulación, el mecanismo por el cual se forman los coágulos. La vitamina K ayuda a activar las diversas proteínas que componen los factores de coagulación. Los factores de coagulación se sintetizan en el hígado. Los factores de coagulación que dependen de la vitamina K incluyen el factor II, que es la protrombina, el factor VII, el factor IX y el factor X. En la deficiencia de vitamina K, los niveles de factor de coagulación disminuyen y puede ocurrir sangrado.
Sobredosis de heparina
Si una persona toma demasiada heparina, puede ocurrir una hemorragia incontrolada porque, en última instancia, la heparina previene la formación de fibrina e interfiere con la formación de protrombina y otros factores de coagulación. La vitamina K no trata la sobredosis de heparina porque la vitamina K ayuda a sintetizar las proteínas que activan la producción de factores de coagulación. La heparina interfiere con la formación de coágulos en una etapa muy posterior del proceso. La activación de más proteínas para producir más factor de coagulación no puede contrarrestar el efecto anticoagulante causado por la sobredosis de heparina, según RxMed. El sulfato de protamina para neutralizar los efectos de la heparina es el fármaco de elección para la sobredosis de heparina, indica el sitio web Drugs.