El reflujo ácido ocurre cuando el contenido del estómago escapa hacia el esófago. Los ácidos que se encuentran en el contenido de su estómago irritan e inflaman su pared esofágica, lo que resulta en acidez estomacal. Para algunas personas, el ejercicio puede exacerbar el reflujo ácido e incluso desencadenar su desarrollo. Sin embargo, esto a menudo está relacionado con formas de ejercicio más vigorosas. Caminar no suele conducir al reflujo ácido y, de hecho, puede ayudar a reducir su gravedad y frecuencia.
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Pérdida de peso
Caminar regularmente hace que gaste más energía de lo normal. Mientras más energía gaste, más calorías podrá quemar, lo que puede ocasionar un déficit calórico. Este déficit es lo que necesita para perder peso. El exceso de peso puede ejercer presión sobre su abdomen y hacer que el contenido de su estómago retroceda hacia la tubería de alimentación. Perder peso alivia parte de esta presión, ayudando a que los contenidos estomacales permanezcan donde pertenecen.
Síntomas
El síntoma más común del reflujo ácido es la pirosis, que a menudo se describe como una sensación de ardor dentro del pecho. También puede notar un sabor amargo, ácido o ácido en la parte posterior de la garganta, así como una sensación de comida atrapada en la garganta. Algunas personas incluso tienen dificultad para tragar durante un ataque.
Actividad física
Si observa que caminar empeora o provoca reflujo ácido, no necesita sufrir con la incomodidad. Puede cambiar el tiempo que camina. Espere al menos dos horas después de haber comido para realizar actividad física. También puede disminuir la gravedad y la frecuencia del reflujo ácido bebiendo más agua antes de caminar. Se sabe que el agua ayuda en la digestión, ayudando a pasar los alimentos a través del tracto digestivo a un ritmo más rápido.
Tratamiento
Si cambiar cuando camina no ayuda, es posible que tenga que hacer algunos cambios en la dieta. Muchas personas tienen ciertos alimentos que se desencadenan con reflujo ácido. Los alimentos picantes, fritos, grasos y ácidos son los culpables más comunes. También puede notar problemas con la cafeína, el chocolate o la menta.
Los medicamentos también pueden ayudar, como un antiácido, un bloqueador de los receptores H2 o un inhibidor de la bomba de protones. Hable con su médico para determinar la mejor opción para usted.