La alimentación emocional puede llevarlo a consumir demasiadas calorías sin satisfacer su apetito o resolviendo sentimientos dolorosos. La tristeza persistente, la pérdida de interés en sus actividades habituales o pasatiempos y la alimentación compulsiva pueden ser signos de depresión clínica. Usar alimentos para calmar la ansiedad o aliviar el estrés puede llevar a un aumento de peso si está comiendo muchos alimentos grasos o azucarados. Un profesional de la salud mental puede ayudarlo a identificar los factores desencadenantes emocionales que lo llevan a comer en exceso y a abordar los motivos de su depresión.
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Síntomas
Si come cuando está enojado, ansioso o deprimido, pero no necesariamente tiene hambre, puede recurrir a la comida para reprimir sus emociones en lugar de satisfacerla su apetito, señala el sitio web de la Clínica Mayo. Los sentimientos de tristeza o desesperanza, llanto frecuente, trastornos del sueño o pensamientos persistentes de suicidio acompañados de episodios de alimentación compulsiva podrían ser signos de depresión clínica, según el sitio web de Family Doctor. Consulte a su médico de atención primaria o a un profesional de la salud mental si su depresión ha durado más de dos semanas.
Disparadores emocionales
Comer en respuesta a los factores desencadenantes emocionales puede conducir a un aumento de peso rápido, especialmente si anhelas alimentos ricos en grasas y calorías. Los refrigerios grasos, salados o dulces pueden brindarle comodidad cuando se enfrenta a sentimientos abrumadores de depresión. Es posible que no esté al tanto de la cantidad de calorías que está consumiendo o del valor nutricional de los alimentos que está comiendo. Si está clínicamente deprimido, le puede resultar difícil preocuparse por las consecuencias para la salud de la alimentación emocional.
Hidratos de carbono y depresión
El ansia de alimentos ricos en carbohidratos, como papas fritas o pasteles, puede reflejar bajos niveles de serotonina, un neurotransmisor que eleva su estado de ánimo, observe los Dres. R. J. Wurtman y J. J. Wurtman en un artículo publicado en la edición de noviembre de 1995 de Obesity Research. Comer alimentos con alto contenido de carbohidratos puede desencadenar una liberación de serotonina, lo que podría conducir a un ciclo de comer en exceso para aliviar la depresión, sugieren los Wurtman. Los medicamentos antidepresivos pueden corregir sus niveles de serotonina y ayudarlo a controlar las emociones que lo impulsan a comer en exceso.
Actividad física
La depresión puede hacer que pierda interés en actividades que solía disfrutar, como eventos sociales, pasatiempos o ejercicio. Los objetivos de salud, como comer una dieta balanceada, perder peso o aumentar su nivel de condición física, que alguna vez fueron importantes para usted, de repente pueden parecer insignificantes. Aunque el ejercicio físico regular puede ayudar a aliviar las emociones que lo impulsan a comer en exceso, puede carecer de la energía o el deseo de ejercitarse constantemente.La reducción de la actividad física combinada con la alimentación emocional puede contribuir al aumento de peso.
Prevención
Si está comiendo en exceso como una forma de automedicación para la depresión clínica, un profesional de la salud mental puede recomendarle que pruebe antidepresivos, asesoramiento o una combinación de ambos. Hacer un seguimiento de su alimentación emocional a través de un diario de alimentos, verificar el hambre verdadera antes de comer y formar un grupo de apoyo de amigos y familiares puede ayudarlo a evitar las atracones, aconseja el sitio web de la Clínica Mayo. Almacene sus alacenas con carbohidratos complejos bajos en calorías y con alto contenido de fibra, como palomitas de maíz, cereal de trigo integral o manzanas frescas que lo llenarán y lo ayudarán a evitar los bocadillos de engorde. Aunque no te sientas motivado para hacer ejercicio, las caminatas regulares con amigos pueden distraerte de tus antojos de comida, aumentar tu energía y darte una salida para expresar tus emociones.