La diabetes está en aumento. El número de personas afectadas en los Estados Unidos se ha triplicado desde 1980, con casi 26 millones de estadounidenses afectados en 2011, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La diabetes es una enfermedad metabólica que se puede tratar con una combinación de cambios en el estilo de vida, dieta y medicamentos. Las inyecciones de insulina son necesarias para tratar la diabetes tipo 1 y los casos avanzados de diabetes tipo 2. La diabetes no tratada puede ocasionar crisis metabólicas potencialmente mortales. Incluso si se evitan situaciones de emergencia, la diabetes mal controlada daña los vasos sanguíneos y los nervios en todo el cuerpo, con consecuencias devastadoras con el tiempo.
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Emergencias metabólicas
La diabetes no tratada puede ser fatal. Una complicación peligrosa a corto plazo es la cetoacidosis diabética, una condición que progresa rápidamente. Los niveles bajos de insulina causan que el azúcar se acumule en la sangre. El cuerpo descompone la grasa como combustible, lo que produce una acumulación de subproductos llamados cetonas y reduce el pH de la sangre. Los signos y síntomas clásicos de DKA son la respiración que suena como suspiros, confusión, náuseas, vómitos, aturdimiento, deshidratación y un olor afrutado en la respiración. El trauma, el estrés y las infecciones aumentan el riesgo de DKA.
El estado hiperglucémico hiperosmolar es otra complicación peligrosa de la diabetes no tratada. Signos y síntomas prominentes incluyen debilidad, calambres en las piernas, problemas visuales, fiebre baja, hinchazón abdominal y deshidratación. El HHS es más común en adultos mayores con diabetes tipo 2. La afección se desarrolla con niveles de azúcar en sangre profundamente altos. Tanto DKA como HHS son emergencias médicas que amenazan la vida.
Enfermedad de los ojos
La diabetes no tratada o mal controlada puede dañar sus ojos. La fuga de un vaso sanguíneo y un crecimiento excesivo de nuevos vasos pueden dañar la parte del ojo que percibe la visión. Estos cambios, conocidos como retinopatía diabética, son visibles con un examen oftálmico de la retina. La diabetes no tratada también aumenta su riesgo de cataratas y glaucoma. Cualquiera de estas enfermedades oculares relacionadas con la diabetes puede provocar una pérdida parcial o total de la visión.
Daño nervioso
Los nervios, especialmente los de las manos y los pies, también pueden verse gravemente dañados por la diabetes no tratada. Puede causar entumecimiento y hormigueo en los pies y las piernas, junto con las manos y los antebrazos, una afección conocida como "neuropatía con guantes y media". La sensación reducida en los pies significa lesiones como ampollas y dedos del pie aplastados que pueden pasar desapercibidos. Los vasos sanguíneos dañados retrasan la curación en personas con diabetes, y una lesión menor puede progresar rápidamente a una úlcera. La infección no tratada puede provocar gangrena, y la amputación puede ser necesaria para proteger el resto del cuerpo.
Daño cardíaco y renal
La diabetes no tratada o mal controlada aumenta el riesgo de daños graves en el corazón y los riñones. El bloqueo de las arterias coronarias es más grave y se produce a una edad más temprana en personas con diabetes. Según los CDC, las personas con diabetes tienen más del doble de probabilidades de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares que las personas que no tienen diabetes.
La diabetes no controlada también daña los vasos sanguíneos pequeños de los riñones, lo que eventualmente puede provocar insuficiencia renal. Las personas con insuficiencia renal en etapa terminal requieren diálisis regular o un trasplante de riñón para sobrevivir.