El zinc es un mineral esencial para su buena salud. Se requiere para la función normal de casi 100 enzimas diferentes, función inmune saludable y crecimiento y desarrollo normales. ZInc también es necesario para la fabricación celular de proteínas y material genético, la cicatrización de heridas y la percepción del gusto y el olfato. Su cuerpo no almacena zinc, por lo que se requiere una ingesta regular para evitar una deficiencia. La toxicidad del zinc no es un problema común, pero puede ocurrir por el uso excesivo de suplementos o una exposición ambiental significativa. Hay varios efectos secundarios a corto y largo plazo de exceso de zinc en la sangre.
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Toxicidad aguda por zinc
El zinc se absorbe fácilmente en el tracto digestivo. La ingestión de grandes cantidades de zinc durante un corto período de tiempo puede provocar toxicidad aguda de zinc. Suelen predominar los síntomas del sistema digestivo, que incluyen calambres abdominales, náuseas, vómitos, diarrea e irritación estomacal. Otros síntomas posibles incluyen dolor de cabeza, irritabilidad, fatiga y mareos. Los síntomas pueden comenzar en menos de una hora si se ingiere una dosis masiva, como con una sobredosis accidental o intencional. El manejo de la toxicidad aguda se enfoca en eliminar la fuente de exposición al zinc y tratar los síntomas según sea necesario.
Fiebre de humo de metal
El zinc también puede ingresar al cuerpo a través de los pulmones. La inhalación de polvo o vapores de zinc, por ejemplo, de la soldadura o fundición de zinc, puede causar una forma aguda de toxicidad de zinc conocida como fiebre de los humos metálicos. Este síndrome por lo general comienza a las pocas horas de la exposición y se caracteriza por tos, opresión en el pecho, dolor muscular y articular, dolor de garganta, dolor de cabeza y fiebre que suele durar de 1 a 4 días.
Toxicidad crónica por zinc
La ingestión prolongada de zinc en dosis de 100 a 150 mg al día puede interferir con el metabolismo del cobre y provocar una deficiencia de este importante mineral en el organismo. Los cambios más sutiles son evidentes con pruebas de laboratorio a dosis tan bajas como 60 mg al día, según la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud. Un bajo nivel de cobre conduce a una pobre función de hierro, anormalidades en los glóbulos rojos, una función inmune reducida y cambios potencialmente dañinos en los niveles de grasa en la sangre. El tratamiento médico implica eliminar la fuente de sobreexposición al zinc, el tratamiento sintomático y mantener la ingesta futura de zinc por debajo del límite superior recomendado de 40 mg diarios para los adultos.
Cómo evitar el exceso de exposición al zinc
Las pruebas de laboratorio para detectar el zinc pueden medir los niveles en la sangre, las heces, la orina y el cabello. El análisis del cabello es más indicativo de exposición a largo plazo. La toxicidad de zinc de su dieta sola es poco probable, excepto en el caso del uso excesivo de suplementos.El reconocimiento de posibles fuentes ambientales de zinc también puede ayudarlo a evitar la sobreexposición. Si vive cerca de una mina de zinc u otra fuente industrial, el zinc puede estar presente en niveles altos en los alimentos cultivados localmente, contaminando el suelo y la superficie de la casa o en el agua potable si tiene un pozo privado. Hable con su profesional de la salud o el departamento de salud local para ayudar a responder preguntas sobre la posible toxicidad de zinc.