La dehidroepiandrosterona, DHEA, juega un papel importante en la salud de las mujeres. Como el esteroide más prevalente, la DHEA afecta una amplia gama de procesos fisiológicos y conductuales. Los científicos consideran que la DHEA es una prohormona, un disparador para la producción de sustancias fundamentales como la testosterona, la progesterona y el estrógeno. Es importante mantener un equilibrio saludable entre la DHEA y otras hormonas. Tener niveles excesivos de la prohormona puede causar efectos secundarios. Los pacientes deben consultar a un médico antes de tomar suplementos de DHEA.
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Piel grasa
Los andrógenos, como la testosterona y la DHEA, facilitan la construcción del tejido. Tal crecimiento requiere hiperactivación del sistema endocrino. Esta estimulación puede causar reacciones no deseadas, como la piel grasa. Un informe de M. J. Chen y colaboradores presentado en la edición de noviembre de 2010 de "Reproducción humana" analizó los niveles de DHEA en mujeres con síndrome de ovario poliquístico, PCOS. Estas mujeres a menudo no ovulan debido al exceso de producción de andrógenos. El estudio de Chen mostró que también tienen piel grasa y acné vulgar. Otras consecuencias del exceso de DHEA fueron más positivas. Las mujeres, por ejemplo, tenían una menor incidencia de obesidad.
Crecimiento del cabello
Los niveles altos de andrógenos también pueden causar la aparición de características masculinas. Las mujeres culturistas, por ejemplo, a menudo experimentan crecimiento del cabello y profundización de la voz mientras ejecutan rutinas de ejercicios que se sabe que aumentan la testosterona. Las mujeres con grandes cantidades de DHEA circulante muestran efectos similares. Un estudio de A. Coskun y asociados publicado en la edición del 30 de octubre de 2010 de "European Journal of Obstetrics, Gynecology and Reproductive Biology" mostró una correlación positiva entre los niveles de DHEA y los puntajes de hirsutismo. Curiosamente, las mujeres con alta DHEA exhibieron cinco veces más crecimiento del pelo que los controles a pesar de exhibir solo el doble de producción de DHEA.
Hiperactivación inmune
La prohormona DHEA contribuye a las defensas del cuerpo al producir citoquinas. Los altos niveles de DHEA deberían, por lo tanto, causar una reacción exagerada del sistema inmune. Una investigación de J. Gill y sus compañeros de trabajo en los Institutos Nacionales de Salud evaluó esta hipótesis en pacientes mujeres con trastorno de estrés postraumático, trastorno de estrés postraumático. Estas mujeres suelen tener exceso de DHEA. Los datos, publicados en la edición de diciembre de 2008 de "Journal of Traumatic Stress", revelaron una relación directa entre el nivel de DHEA y la producción de citoquinas. Específicamente, los pacientes con TEPT tenían cantidades elevadas de DHEA e Interleucina-6. Los pacientes también tenían cantidades reducidas de cortisol. El último resultado fue sorprendente dado que el cortisol y la DHEA por lo general co-varían, y sugiere que la mejora de la DHEA provocó una desregulación hormonal y una hiperactivación inmune.
Resistencia a la insulina
La diabetes sigue siendo un problema de salud generalizado en la sociedad moderna. La resistencia a la insulina, la incapacidad de la insulina para descomponer los azúcares en la dieta, a menudo precede al desarrollo de este trastorno crónico. Los altos niveles de DHEA también sirven como una señal de advertencia. Un estudio de D. Mino y asociados descrito en la edición de noviembre de 2002 de "Archives of Medical Research" examinó los niveles de deshidroepiandrosterona-sulfato en voluntarios sanos. Este metabolito de DHEA se correlaciona bien con los niveles de esteroides endógenos. Los resultados indicaron que el sulfato de DHEA y los niveles de glucosa en ayunas estaban directamente relacionados. Estos datos sugieren que los altos niveles de DHEA y la mala regulación del azúcar se correlacionan.