Las infecciones del tracto urinario afectan su sistema urinario. El sistema urinario incluye la vejiga, los riñones, la uretra y los uréteres. La mayoría de las infecciones que afectan a la vejiga se conocen como infecciones del tracto inferior, mientras que la infección de los riñones se conoce como pielonefritis. Existen varios tipos de antibióticos utilizados para tratar las infecciones del tracto urinario. La elección depende de muchos factores, incluidos el historial médico, las alergias y la susceptibilidad del microorganismo causante a ese antibiótico en particular.
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Penicilina
Los antibióticos de penicilina se clasifican como antibióticos beta-lactámicos debido a su estructura bioquímica. Los antibióticos betalactámicos son antibióticos bactericidas, lo que significa que matan las bacterias, en comparación con los antibióticos bacteriostáticos, que inhiben el crecimiento bacteriano. Los antibióticos de penicilina matan a las bacterias al interrumpir la producción de la pared celular bacteriana, lo que hace que los microbios exploten. Según el Centro Médico de la Universidad de Maryland, la amoxicilina fue una vez uno de los antibióticos de penicilina más utilizados contra las infecciones del tracto urinario. Ahora es ineficaz contra hasta el 25% de los casos de E. coli, la bacteria más común para causar infecciones del tracto urinario. Augmentin es otro antibiótico de penicilina usado en el tratamiento de infecciones del tracto urinario. Los efectos secundarios de estos medicamentos incluyen diarrea, malestar estomacal y erupción cutánea.
Cefalosporinas
Las cefalosporinas son otro tipo de antibiótico betalactámico y su estructura bioquímica es similar a la de las penicilinas. Estos antibióticos funcionan contra un mayor rango de bacterias que causan infecciones del tracto urinario. La ceftriaxona es uno de los antibióticos intravenosos más comúnmente administrados, y es útil en el tratamiento de la pielonefritis. Las cefalosporinas orales, incluida la cefixima, pueden tratar las infecciones del tracto urinario inferior, como la cistitis o la infección de la vejiga. Los efectos secundarios de las cefalosporinas son similares a los de los antibióticos de penicilina.
Fluoroquinolona
Los antibióticos fluoroquinolónicos son bactericidas, matando las bacterias al interferir con su proceso de replicación. De acuerdo con el Manual de Merck, cuando se toman por vía oral, las fluoroquinolonas alcanzan niveles altos en la orina, lo que las hace ideales para tratar las infecciones del tracto urinario. Los efectos secundarios incluyen irritación del tracto gastrointestinal, dolor de cabeza, somnolencia y anormalidades del ritmo cardíaco.
Sulfa
Los antibióticos sulfa funcionan contra las infecciones de la vejiga causadas por microorganismos susceptibles. Desafortunadamente, la mayoría de las bacterias ya muestran altos niveles de resistencia a esta clase de antibióticos. Los antibióticos sulfa son bacteriostáticos, inhiben el crecimiento de bacterias al interferir con su síntesis de ADN, la proteína que lleva el código genético de una célula.Los efectos secundarios incluyen erupción cutánea, reacción alérgica y otras reacciones inflamatorias.