Sus huesos están formados por células especializadas, llamadas osteoblastos, rodeadas por una matriz extracelular. En conjunto, estos componentes del tejido óseo generan huesos duros y fuertes que pueden renovarse y repararse a sí mismos. Después de una lesión, su cuerpo deposita tejido óseo nuevo en el sitio de la lesión para reparar cualquier fractura y restaurar la función ósea adecuada. Este proceso de curación se basa en una serie de factores, incluida la presencia de vitaminas esenciales obtenidas de su dieta.
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Vitamina C
Una vitamina que puede ayudar en la curación de los huesos es la vitamina C o ácido ascórbico. Es esencial para la formación de colágeno, informa el Instituto Linus Pauling de la Oregon State University, que es una proteína estructural que se encuentra en varios tejidos del cuerpo, incluidos los huesos. Las fibras de colágeno proporcionan resistencia a la tracción al tejido óseo, previniendo las fracturas que pueden ocurrir a partir de huesos anormalmente frágiles. Durante la curación ósea, la síntesis de nuevas fibras de colágeno permite una regeneración y curación de huesos fuertes. Coma alimentos ricos en esta vitamina, como pomelos, naranjas, tomates, pimientos y piña para consumir niveles adecuados de vitamina C y apoyar la producción adecuada de colágeno.
Vitamina D
Otra vitamina involucrada en la curación ósea es la vitamina D o calcitriol. La vitamina D desempeña un papel en la regulación del recrecimiento óseo después de una lesión al ayudar a su cuerpo a absorber el calcio, un mineral que forma parte del tejido óseo. El calcio se encuentra en la hidroxiapatita, la sustancia que proporciona resistencia y dureza al tejido óseo. Durante el rebrote óseo, la deposición de nueva hidroxiapatita ayuda a cerrar las fracturas óseas, reparando la lesión. La Universidad Estatal de Colorado indica que la vitamina D ayuda a mantener un equilibrio adecuado de calcio y fósforo en su cuerpo, lo que permite la formación eficiente de tejido óseo mineralizado. Su cuerpo produce vitamina D al exponerse a la luz solar y también se encuentra en alimentos enriquecidos, como la leche. Las personas en latitudes más altas tal vez necesiten suplementos de vitamina D debido a la menor exposición al sol.
Vitamina K
La vitamina K también puede ayudar en el rebrote óseo. El Instituto Linus Pauling explica que la vitamina K tiene la capacidad de interactuar con una serie de proteínas en su cuerpo, incluidas las proteínas involucradas en el crecimiento óseo. Específicamente, la vitamina K ayuda a regular la actividad de los compuestos que promueven la mineralización ósea. En respuesta al daño óseo, la acción de la vitamina K respalda el rebrote óseo normal, ayudando a que sus huesos depositen nuevo tejido mineralizado para cerrar y sanar y fracturar los huesos. La inclusión de alimentos ricos en vitamina K, como el aceite de oliva, el brócoli y las verduras de hoja verde, puede ayudarlo a asegurarse de consumir suficiente vitamina K todos los días para ayudar a que vuelva a crecer el hueso.