La Salmonella es una bacteria común que causa infección en humanos, generalmente a través de la exposición a alimentos procesados inadecuadamente como pollo o huevos, agua contaminada y contacto con animales como reptiles y anfibios. Las personas más afectadas suelen ser muy jóvenes o tienen deficiencias inmunes subyacentes. La bacteria se incuba durante uno o tres días antes de causar los síntomas.
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Gastroenteritis por Salmonella
El sistema más común afectado por la infección por salmonella es el tracto gastrointestinal. Los pacientes generalmente muestran diarrea sanguinolenta, calambres abdominales y fiebre. La diarrea puede ser profusa y conducir a la deshidratación. Los casos severos pueden conducir a anemia, aunque esto es raro. La fiebre suele ser difícil de controlar y difícil de reducir con medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno. Los calambres abdominales pueden ser muy dolorosos y pueden simular afecciones quirúrgicas como la apendicitis. No se recomienda el tratamiento con antibióticos para la gastroenteritis por salmonella, porque no acorta la duración de los síntomas y puede prologar el período de contagio.
Bacteriemia por Salmonella
La bacteriemia significa que la bacteria se ha diseminado al torrente sanguíneo. Una vez que esto sucede, la Salmonella puede afectar varios sistemas de órganos en el cuerpo. Esto es lo que se conoce como fiebre tifoidea o entérica. Los síntomas de la bacteriemia son graduales, y a menudo incluyen fiebre, dolor de cabeza, disminución del apetito y cambio en el estado mental, como letargo o disminución de la conciencia. Los pacientes con fiebre tifoidea pueden tener dolor abdominal intenso, con agrandamiento del hígado y el bazo. La fiebre generalmente empeora y se vuelve más persistente. Los pacientes con tifoidea también pueden tener manchas rosas en la piel. Para los pacientes con fiebre tifoidea, la terapia con antibióticos durante aproximadamente 10 días es efectiva en el tratamiento de la enfermedad y sus síntomas.
Otros sistemas del cuerpo afectados
De la sangre, la salmonela puede causar varias infecciones. En pacientes con enfermedad de células falciformes, la salmonela puede causar osteomielitis. Esta infección ósea generalmente se presenta con dolor localizado, especialmente cuando se trata de moverse, y fiebre. Aunque la osteomielitis generalmente afecta los huesos largos de las extremidades, en los pacientes con anemia falciforme, la salmonela puede causar infección en cualquier hueso, incluidas las vértebras y la pelvis. El tratamiento para la osteomielitis incluye antibióticos por vía intravenosa, por lo general durante cuatro a seis semanas. La Salmonella también puede causar meningitis, que es una infección de los tejidos que rodean el cerebro y el sistema nervioso central. Aunque es raro, la meningitis por salmonella puede tener consecuencias desastrosas, especialmente en los bebés.