La única educación nutricional que reciben algunos niños es la que se enseña en la escuela. Los niños pequeños pueden aprender la diferencia entre alimentos nutritivos y alimentos no saludables a través de actividades educativas y educativas. En el hogar, los padres pueden enseñarles a sus hijos aún más sobre la importancia de comer una dieta nutritiva y bien equilibrada, lo que puede ayudarlos a llevar una vida larga y saludable.
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Enseña la diferencia entre saludable y no saludable
Muchos niños no pueden diferenciar entre alimentos saludables y no saludables. Lilian WY Cheung y Hank Dart informan en su libro, "Coma bien y siga avanzando: un plan de estudios interdisciplinario para la enseñanza de la nutrición y la actividad física de la escuela primaria superior" que mostrar imágenes de alimentos saludables en lugar de alimentos no saludables es una manera importante de ayudarlos a comprender comida que deberían estar comiendo. Cuando a sus hijos se les enseña la diferencia entre la comida nutritiva y la comida chatarra, es más probable que tomen decisiones saludables a medida que crecen.
Reduce el consumo de comida rápida
Muchos niños comen varias comidas de comida rápida cada semana, y ese tipo de comida contribuye a un aumento de peso no saludable y un alto consumo de grasas saturadas, calorías y sal. Cuando les enseñas a tus hijos sobre la comida rápida y sus peligros, esto puede motivarlos a tomar decisiones más sanas, señalan Cheung y Dart. La introducción de formas de elegir tarifas más saludables permitirá a sus hijos controlar lo que ponen en sus cuerpos. Relacionar las elecciones de alimentos con el nivel de energía y la capacidad de jugar puede ayudar a motivar a los niños en edad escolar a pensar en hacer elecciones de alimentos más saludables.
Fomenta la Actividad Física
Los niños que comen alimentos saludables regularmente también tienen más probabilidades de participar en actividades físicas diarias. Isobel R. Contento informa en su libro "Educación nutricional: vinculando investigación, teoría y práctica" que la educación nutricional y la educación física van de la mano. Los niños que comen bien tienen más energía para jugar en el patio de recreo o participar en actividades deportivas que los niños que consumen una dieta alta en grasas y azúcar. La enseñanza de la nutrición también educará a sus hijos sobre cómo el ejercicio regular funciona con alimentos saludables para prevenir enfermedades peligrosas.
Aumenta la ingesta de frutas y verduras
Concéntrese en la importancia de comer cinco porciones de frutas y vegetales por día. Cuando sus niños pequeños están expuestos a lecciones y actividades que se centran en comer frutas y verduras, su consumo de estos alimentos nutritivos aumenta significativamente. Cheung y Dart observan que enseñar a los niños a realizar un seguimiento del consumo de frutas y verduras es una forma de motivarlos a comer más porciones cada día.La educación nutricional también aumenta la probabilidad de que los niños continúen comiendo muchas frutas y verduras a medida que envejecen.