Los ácidos grasos Omega-3 son un tipo de grasas poliinsaturadas que son necesarias para procesos corporales tales como la coagulación de la sangre y la construcción de membranas celulares en el cerebro. Los ácidos grasos Omega-3 son un nutriente esencial, ya que nuestro cuerpo no puede hacerlo. Se encuentran en nueces, semillas de lino, aceite de soya y canola y aceite de pescado, así como en pescados de aguas frías como la trucha, el arenque y el salmón. La investigación ha revelado su potencial para proteger contra las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la artritis reumatoide.
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Enfermedad Cardiovascular
La Oficina de Suplementos Dietéticos informa hallazgos de investigación que revelan una disminución en los triglicéridos, o grasa en la sangre, del 10 al 33 por ciento en esos individuos quien consumió aceite de pescado. También se demostró que cuanto mayor es la dosis de aceite de pescado, mayor es la disminución en los niveles de triglicéridos. Además, se ha demostrado que el consumo de ácidos grasos omega-3, pescado y aceite de pescado reduce todas las causas de mortalidad y diversos desenlaces de enfermedades cardiovasculares como muerte súbita, muerte cardíaca e infarto de miocardio o ataque cardíaco.
Diabetes
Según la Oficina de Suplementos Dietéticos, dado que el consumo de ácidos grasos omega-3 se ha demostrado en varios estudios de investigación para disminuir los niveles de triglicéridos, y dado que se ha demostrado que los niveles altos de triglicéridos son un factor de riesgo para la diabetes, el consumo de ácidos grasos omega-3 puede ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar diabetes.
Artritis reumatoide
Varios estudios han demostrado que el consumo de ácidos grasos omega-3 puede ayudar a mejorar los resultados clínicos para las personas con artritis reumatoide. Por ejemplo, un estudio reportado por la Oficina de Suplementos Dietéticos mostró que el consumo de ácidos grasos omega-3 redujo la necesidad de medicación con corticosteroides, que ayuda en el alivio del dolor, en aquellos individuos con artritis reumatoide. Además, se ha demostrado que el consumo de ácidos grasos omega-3 reduce el número de articulaciones sensibles, o el número de articulaciones susceptibles al dolor, en aquellos individuos con artritis reumatoide.
Función cognitiva
El ácido alfa-linolénico, un tipo de ácido graso omega-3, se convierte en el cuerpo en ácidos grasos del ácido eicosapentaenoico, o EPA, y ácido docosahexaenoico, o DHA. La Oficina de Suplementos Dietéticos informa que el consumo total de ácidos grasos omega-3 y el consumo de DHA se asociaron con una reducción significativa en la incidencia de la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, es necesario realizar más estudios con muestras de mayor tamaño para confirmar dichos hallazgos antes de que se puedan hacer más afirmaciones sobre los efectos protectores del ácido graso omega-3 contra la enfermedad.