El glaucoma es una afección del ojo que ocurre como resultado de la presión de su ojo. Una presión alta puede dañar el nervio óptico, un conjunto de tejidos de fibra nerviosa que envía señales visuales al cerebro. El daño al nervio óptico reducirá lenta y permanentemente su visión periférica. Los medicamentos pueden reducir la presión de su ojo, pero, para proteger su visión, debe conocer la forma en que ciertas opciones, como beber vino, pueden afectar el glaucoma.
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Presión ocular
Delante de su iris, tiene una cámara abierta llena de líquido acuoso. Su ojo produce este fluido de forma continua, y a medida que el fluido recién creado fluye hacia su ojo, el líquido más antiguo drena a través de un ángulo ubicado cerca de la parte inferior de esta cámara frontal. Si la solución acuosa no drena a una velocidad similar al fluido que ingresa a su ojo, tendrá un aumento en la presión de su ojo que puede dañar su nervio óptico.
Efectos
Beber vino u otras bebidas alcohólicas no parece aumentar el riesgo de tener daño por glaucoma. De hecho, el alcohol puede reducir la presión de su ojo por un período de tiempo pequeño, explica la American Health Assistance Foundation. Sin embargo, no debe confiar en el consumo de alcohol para reducir la presión ocular ya que, para evitar daños, debe mantener una reducción continua de la presión. El vino y otras formas de alcohol solo proporcionarán una reducción periódica.
Seguridad
No debe dejar de usar los medicamentos recetados a menos que se lo indique su oculista. Si bebe periódicamente, su consumo de alcohol no provocará una presión ocular baja u otros problemas relacionados con la presión. Sin embargo, si bebe en exceso, debe hablar con su médico acerca de los efectos que esto puede tener en sus ojos y en su salud general. El consumo excesivo de alcohol puede requerir un ajuste en sus medicamentos para el glaucoma.
Consideraciones
Cumpla con todas sus citas programadas y contacte a su oftalmólogo con cambios en la visión o la comodidad. El glaucoma requiere un examen periódico por parte de su oftalmólogo para garantizar que el tratamiento prescrito reduzca la presión y prevenga daños en el nervio óptico. Su médico controlará su presión y dilatará sus pupilas para examinar la parte posterior de su ojo. Ella buscará cambios en su nervio óptico u otros signos de daño al glaucoma. Si su presión es demasiado alta, o si su médico nota daño adicional, ella puede hacer cambios en sus medicamentos.