La proteína urinaria alta, también llamada proteinuria, es una señal de alerta para la enfermedad renal crónica. A menudo, esto continúa durante años, hasta que se retira durante un examen físico o de seguro de vida de rutina. En algunos casos, puede controlarse mediante dieta. Sin embargo, antes de rechazar la carne y los alimentos ricos en proteínas, consulte a su nefrólogo para ver si realmente se necesitan cambios en la dieta.
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Riñones sanos
Los glomérulos, o filtros de riñones sanos, limpian más de 200 galones de sangre al día. Los productos de desecho de la actividad muscular, como la creatinina y la urea, se eliminan de la sangre y se filtran en la orina. Las proteínas, sin embargo, permanecen en la sangre. Los riñones inflamados son menos capaces de realizar esta función. Por razones que siguen sin estar claras, las proteínas pasan a través de los glomérulos inflamados hacia la orina.
Restricción de proteínas
Los nefrólogos intentan controlar la proteinuria severa porque puede dañar los riñones independientemente de cualquier enfermedad subyacente y acelerar la progresión de la enfermedad renal. La mayoría de las personas consumen mucha más proteína de la que realmente necesitan. Las pautas de la National Kidney Foundation sugieren que los pacientes con enfermedad renal en estadios 1 a 4 limitan su ingesta diaria de proteínas a 0. 8 g por kilogramo de peso corporal. Esto es idéntico al requisito de proteína establecido por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Ingesta de proteínas recomendada
La guía de National Kidney Foundation significa que una persona de 120 lb debe consumir 44 g de proteína por día. Una persona de 140 lb debe consumir 51 g de proteína por día. Una persona de 160 lb. necesita 58 g de proteína. La proteína puede introducirse fácilmente en su dieta sin que usted se dé cuenta. Por ejemplo, dos rebanadas de pan de trigo tienen 5,46 g de proteína.
Advertencia
Los nefrólogos no recomiendan dietas bajas en proteínas para todos. Por ejemplo, nunca se recomiendan para niños, pacientes en hemodiálisis o pacientes que se acercan al trasplante. Además, los pacientes recién diagnosticados a menudo son tan entusiastas acerca de los cambios en la dieta, a menudo llevan las cosas al extremo y no obtienen suficiente proteína. Antes de iniciar una dieta baja en proteínas, consulte a su nefrólogo sobre la cantidad de proteína que debe consumir.